Trucos básicos para iniciados en el cultivo de interior

Son muchas las preguntas que surgen cuando un cultivador novel empieza con el auto cultivo de cannabis; ¿Qué sustrato utilizar?, ¿Qué plantas cultivar?, ¿Cómo utilizar los abonos?, ¿Cómo regar según tamaño de planta y maceta?, ¿Qué sistema de cultivo utilizar? y un largo etcétera más.

En este caso queremos realizar una pequeña guía de cultivo para aquellos que por primera vez se animan a cultivar su propia marihuana para uso personal.

Cómo planificar el cultivo de cannabis

En primer lugar y antes de comprar nada deberemos realizar un planing de cultivo para organizar mejor el trabajo a realizar y no tener que estar pendiente de andar buscando determinados productos durante el desarrollo del cultivo.

Determinar el emplazamiento de cultivo y características del mismo:

Lo primero es buscar el emplazamiento de cultivo, con un recinto de 1,20 m2 o 1m2 y 600w o 400w, junto con los demás útiles necesarios del armario de cultivo de interior, es más que suficiente para poder cultivar y obtener una producción adecuada para el auto consumo. Para esta superficie, podéis optar tambien por las nuevas lámparas CMH LEC como el Nanolux 315w CMH LEC, el Kit de iluminación LEC SunBurst CMH 315W o el Lumatek CMH Aurora 315w LEC.

Una vez tenemos el espacio, lo ideal es utilizar un armario de cultivo, el motivo es sencillo, facilita al 100% el montaje y optimización de las temperaturas, humedades, se evita la entrada de luz del exterior, uso de extractores, etc. Al usar armarios también se evita tener que realizar agujeros en la pared, aparte de que una vez acabado el cultivo se puede desmontar y guardar para usarlo cuando uno requiera. Los kits de armarios para iniciados son ideales para empezar con todo lo necesario y para tener un ambiente de cultivo optimizado con los extractores y ventiladores adecuados según superficie de cultivo y potencia de iluminación que se vaya a utilizar.

Una vez se tiene el armario compuesto por todos los elementos del cultivo, sabiendo las medidas adecuadas y la potencia de iluminación a utilizar, determinaremos la genética a cultivar y el número de plantas.

¿Cuántas plantas cultivar en interior y qué maceta usar?

No hay una regla establecida sobre el número de plantas a cultivar en interior, pues unos opinarán que lo ideal es el SOG, otros el SCROG o el cultivo convencional. También hay diferentes opiniones entre los sistemas de cultivo como la tierra, el hidro o el aéro, pero en este caso escogemos la tierra como método sencillo de cultivo para iniciados.

Lo más fácil es usar un sustrato de tierra, con unas 10 a 16 plantas por m2. Se utilizarán 2 macetas por cada planta, una de pequeña, para el inicio de cultivo y para un primer crecimiento, y la segunda maceta, mucho más grande, para realizar la segunda parte del crecimiento y la floración de las plantas.

Los trasplantes pueden ser relativos, dependerá de las condiciones del emplazamiento de cultivo cada cultivador. Si no se dispone de mucha altura, realizando un 3er trasplante o incluso un 4º se consigue que la planta se mantenga compacta lo que ayuda en gran medida al control de altura de las cepas que más crecen.

Por el otro lado, cabe destacar que también se puede cultivar directamente a la maceta definitiva, pero esto implica tener un control muy exhaustivo del riego ya que se pueden cometer errores fatales como un exceso de agua inicial que repercutiría negativamente en el desarrollo del sistema radicular de la pequeña plantula. Es por este motivo que se aconseja un mínimo de 1 trasplante para asegurara un buen desarrollo de las raíces y luego proceder a su expansión.

Cabe destacar que a más plantas, menor crecimiento se requiere antes del paso a floración. En este caso, se requiere de una menor cantidad de sustrato, por maceta, y se cultivan plantas más pequeñas pero también hay que tener en cuenta que a más plantas, más trabajo para obtener el mismo rendimiento. así que en este caso una opción interesante es cultivar 10-16 plantas por m2 con maceta final de 11L.

Tamaño de maceta según número de plantas realizando 2 trasplantes:

• Para 8 a 10 plantas/m2 macetas de: 1.4L y 11L
• Para 12 a 16 plantas/m2 macetas de 1.4L y 7L
• Para 20 o + plantas/m2 macetas de 1.4 y 5 – 3.5L

Cultivar plantas de marihuana de fácil cultivo

Actualmente se pueden encontrar miles de variedades de marihuana en el mercado del cannabis internacional pero, ¿cuál de ellas se adecua a las necesidades del cultivador?

Hay que tener en cuenta los diferentes pros y contras al escoger una variedad de cannabis para cultivar, y más si se trata de la primera ocasión. Aspectos como la resistencia de la planta a las plagas, sobre fertilizaciones, excesos de agua, excesos de calor o frío, cambios bruscos de humedad, etc son interesantes tenerlos en cuenta para tener un cultivo con éxito.

En países como España dónde hay un clima temperado con 4 estaciones diferentes al año no es lo mismo cultivar en invierno que en verano. Las temperaturas máximas y mínimas externas, aún cultivando en el interior, también afectan al desarrollo de las plantas en el interior, así que también hay que tener en cuenta la meteorología de la zona geográfica donde se encuentre el cultivo.

En caso de tener el cultivo de interior muy influenciado por las temperaturas externas, deberemos escoger la variedad según la climatología externa. Para un emplazamiento caluroso, plantas resistentes al calor, para el frío, en invierno, plantas resistentes a la humedad y al frío, y para zonas muy húmedas plantas resistentes a los hongos.

 

Se aconseja empezar con plantas de carácter indica/sativa de resistencia al riego con un periodo corto de floración de 8 semanas para familiarizase rápidamente con las plantas de cannabis y tener un cultivo menos complicado. En el caso de cultivar sativas puras con gran vigorosidad, y gran altura así como un largo periodo de floración, o lo contrario; indicas puras, por su poca resistencia a los hongos y a veces su poca resistencia al riego, el desarrollo del cultivo se complica un poco más en caso de no tenerlo al 100% controlado.

¿Qué sustrato utilizar para el cultivo de cannabis?

Como ya hemos comentado anteriormente, la tierra es el mejor sustrato a utilizar para empezar a familiarizarse con el cultivo de cannabis. El motivo es sencillo, da un margen de error más grande al cultivador en comparación a los demás sustratos.

No sirve cualquier tierra para el cultivo de cannabis. Es muy importante que ésta tierra tenga unas características específicas y una composición determinada como tienen todos los sustratos creados específicamente para el cultivo de cannabis como puede ser el caso de Bio Bizz, Canna o Plagron entre otros.

En el caso de no poder disponer de estos sustratos creados por marcas reconocidas, lo mejor es hacer nuestro propio sustrato realizando una mezcla de tierras. No solo existe un solo método correcto para crear un buen sustrato, hay otras combinaciones posibles que también funcionan bien, pero lo que si que es realmente importante es que su estructura sea esponjosa y que contenga elementos capaces de retener nutrientes, que drene con facilidad pero que a su vez también retenga humedad.

Composición de un sustrato para el cultivo de cannabis:

• 25% Turba rubia
• 30% Turba negra
• 15% Coco
• 20% Perlita
• 10% Humus de lombriz

¿Qué abonos usar para el cultivo de marihuana?

Existen muchos tipos de abonos para marihuana, biológicos, minerales, bio-mineral, etc cada uno es útil para un uso diferente. En este caso se requiere de un abono bio, en polvo o granulado y de lenta liberación. La finalidad de usar estos abonos es no tener que estar añadiendo abono líquido en el riego, ya que el abono está desde un inicio mezclado en la tierra, haciendo que la planta pueda alimentarse siempre a su ritmo, sin que le falte el alimento y ciñéndonos a regar con solo agua cuando la planta lo requiera.

Hay muchas opciones para poder fertilizar las plantas de cannabis, si en vez de abonar mediante abonos dispuestos en tierra se quiere fertilizar mediante abonos líquidos, podéis encontrar toda la información al respecto en nuestros post de Abonos para el cultivo de cannabis, pues todas las opciones de fertilización son buenas siempre y cuando se use un fertilizante equilibrado.

Abonos de liberación lenta:

Estos abonos se presentan generalmente en un formato granulado o en polvo. El más conocido es el guano, ya sea de murciélago o de aves marinas, pero como no solo de guano vive la planta este se debe acompañar de otros nutrientes que acaben de conformar el abono disponible para las plantas. Los 4 abonos se pueden mezclar para crear un super sustrato para plantas de largo crecimiento sobre todo para el cultivo de exterior.

• El super Bio Mix de Plagron es un excelente abono compuesto por múltiples elementos, entre ellos el guano, que proporciona a la planta una dieta equilibrada durante todo el cultivo.

• El all-in-one de Aptus es otro abono, en este caso granulado, el cual contiene todos los nutrientes necesarios para la planta, incluyendo también aminoácidos. Estos harán que la asimilación del abono sea más rápido por parte de la planta al mantener su metabolismo siempre en buen estado.

• Kit enriquecedor de tierras es un kit creado a partir de la experiencia de cultivo en el que se incluye Nutrihemp, guano y humus de lombriz. Con él se consigue reformar la estructura del sustrato ya usado o para mezclarlo con un sustrato especial para cannabis.
• Las trichodermas y endomicorizas como las de Aptus Mycor Mix son elementos que deberían ser indispensables en todos los cultivos orgánicos. Ayudan en gran medida a la asimilación de los nutrientes por parte de las plantas aportando la comida previamente digerida para una rápida absorción por parte de la planta, lo que incrementa la vigorosidad y producción del cultivo.

Estas 4 opciones son todas recomendables y fáciles de usar:

así pues ya tenemos controlados diferentes aspectos del cultivo como, el emplazamiento, las macetas, el número de plantas y el tipo de abono a usar en el cultivo. Ahora tan solo nos queda realizar las pruebas de los componentes del armario para que todo esté en orden y realizar la mezcla de sustratos (en caso de no haber comprado un sustrato para cannabis) y a su vez mezclar los abonos, dosificados según el fabricante, en el sustrato.

Comprobaciones del armario a realizar antes de empezar a cultivar:

• Intracción e extracción: la temperatura debe de estar con el foco encendido a una máxima de 28º y con el foco apagado, una mínima no inferior a 18º.
• Humedad: Controlar la Humedad ambiental consiguiendo durante el día una humedad del 70-80% y por la noche igual, para un crecimiento vigoroso desde un inicio.
• Altura del foco: En caso de ser de 600w, se mantiene a una distancia de 50-60cm siempre y cuando la temperatura no sea superior a 28º. En caso de superarla subir foco a 70cm o si es menor incluso puede rebajarse unos centímetros, pero siempre respetando la temperatura máxima. Foco de 400w se puede poner a 40cm.

Inicio del cultivo de marihuana para iniciados en interior

Una vez hayan germinado las semillas de cannabis y ya hayan asomado los cotiledones, se puede proceder al primer trasplante a la maceta pequeña. Con cuidado se planta la plántula en la maceta de 1.4L, ésta maceta es más alta que ancha lo permite enterrar la planta una vez germinada a la mitad de la altura de la maceta. Tras unos días, cuando el tallo de la semilla se estira (muchas veces por falta de luz) se puede rellenar de tierra hasta cubrir el tallo, dejando tan solo unos 3 centímetros de tallo visible. Lo ideal es que el tallo no se estire, ya que esto querrá decir que les faltaba potencia de luz y la planta ha tenido que ir en su búsqueda, estirando el tallo.

El hecho de cubrir el tallo hace que por un lado la planta no se pueda partir o resecar y por el otro lado, al cubrirlo de tierra se está asegurando que de ese tramo enterrado salgan nuevas raíces, lo que significa que tendrá una mejor absorción de nutrientes y una mayor vigorosidad así como un mejor asentamiento de la planta en la maceta.

El riego de las plantas en un inicio debe ser siempre moderado y nunca estancar de agua el sustrato porque se ralentiza su vigorosidad y muy posiblemente se produzca un pudrimiento de las raíces y con ello la planta acabe por secarse y morir. En los primeros cultivos suele haber una ratio muy alta de muerte prematura, es muy normal pero cabe decir que no es culpa de las semillas que no son “buenas” sino que simplemente no han podido sobrevivir a esas condiciones adversas.

Para regar se puede usar un vaso de agua al inicio, o una jarra medidora, para no pasarse con la cantidad a aportar y más adelante ya se puede usar la regadora sin ningún problema. Cuando las raíces han crecido lo suficiente ya no es necesario tener el riego tan regulado, pero hay que mantener siempre una lógica y hacer que la planta pase de tener agua a casi no tenerla, que será cuando se vuelva a regar.

¿Cuándo realizar el trasplante final?

Muchas veces el cultivador se pregunta, ¿y cuándo debo cambiarla a una maceta mayor? cuando la planta haya colonizado con sus raíces toda la maceta. ¿Porqué no hacerlo antes? Básicamente porque si la raíz central (columna vertebral de la raíz) se rompe por no ser lo bastante fuerte, repercutirá negativamente en la planta e incluso puede llegar a morir. Y cuanto mayor es la maceta y más pequeña es la planta, verso la maceta, más se estiran los tallos de la planta, y lo mismo ocurre si se deja la planta en una maceta demasiado pequeña, ésta se estira por falta de espacio y casi no crea ramificaciones laterales.

Para realizar el trasplante a la maceta final llenaremos la maceta grande de sustrato, aprovechando la mezcla con abono ya realizada anteriormente haciendo que la forma de la pequeña haga de molde en la grande. Al sacar la planta de la maceta, tan solo se debe de insertar dentro del molde haciendo que encaje en el sustrato a la perfección. De este modo se evita un estrés innecesario a la planta la cual se acostumbra más rápidamente al nuevo emplazamiento.

A partir de este punto tan solo nos queda proseguir con el cultivo, mantener una lógica de riego y regar solo cuando la planta lo requiera, mantener la humedad y la temperatura constante, según semana de vida de la planta, hasta el final del cultivo.

¿Cuándo cambiar el fotoperiodo y pasar a la floración?

El cambio de fotoperiodo no tiene una fecha establecida, sino que dependerá del estado de las plantas. El crecimiento de las plantas puede variar por muchos motivos, ya sea por la genética cultivada, por alimentación aportada, etc.

En este caso lo más fácil y sencillo es esperar a que un 50-60% del espacio cultivable esté lleno de brotes y a que las raíces hayan colonizado bien la nueva maceta. Este es un buen momento para pasarlas a floración, ya que con el streching (estiramiento de la planta tras el cambio de fotoperiodo) hará que las plantas acaben por ocupar el espacio a cultivar y las raíces acaben por colonizar todo el sustrato.

También cabe destacar que cuanto más desarrollado y mejor cuidado esté el sistema radicular (las raíces) mayor es la absorción de nutrientes por parte de las plantas y mayor también es su producción de cogollos.

La floración de las plantas de marihuana

Tras el streching de cerca de 2 semanas, que puede variar según genética cultivada y más largo es cuando más sativas es, las plantas empezarán a crear cogollos. En un inicio tan solo se ven unas pequeñas acumulaciones de estigmas (pelitos), esto suele ser sobre la 3ª semana de floración. A partir de este punto se debe controlar la humedad, que no exceda del 65% y que no esté por debajo del 45% para no dar opción a la aparición de hongos y plagas como la araña roja en las plantas. Cuanto más grande y compacto es el cogollo más posibilidad hay de que aparezcan hongos de todo tipo cómo, botrytis, pero también oídio y fusarium entre otros.

A medida que vayan pasando las semanas y con ello los cogollos vayan en aumento, rebajaremos la humedad hasta situarla en máximos de 55-60%, con una temperatura de máximo 28º, siendo la ideal 24º, y 18º de mínima.

A partir de la 4a semana de floración las plantas empiezan a demandar más cantidad de nutrientes y una mayor cantidad de riegos por planta. Si se usan abonos líquidos es el momento de aumentar la dosificación de los mismos hasta la 6a semana de floración para una planta de 8 semanas. Es en este momento, en la 4a semana de floración, cuando también se puede añadir el PK, para subir los niveles de fósforo y potasio que ayudan a planta a tener más energía para desarrollar cogollos más grandes y resinados.

El riego irá en aumento ya que las plantas requieren de más cantidad de nutrientes para poder crear cogollos grandes y de calidad. La necesidad de agua por parte de las plantas se detecta a través de las hojas, las cuales pasan de estar rectas o mirando un poco hacia arriba a estar decaídas. También podemos cerciorarnos de que las plantas requieren agua sopesando la maceta, si se ven que los dos síntomas coinciden entonces se puede regar con tranquilidad.

Hay que tener cuidado de no confundir una falta de riego con un exceso de riego, ya que suele ser un error típico en el cultivo de cannabis, pues con un exceso las hojas también se debilitan y miran hacia abajo. Es por este motivo que hay que sopesar la maceta en caso de no estar seguro de si requiere de agua o no. Si se controlan los riegos rigurosamente la cosecha llegará por si sola ya que al estar los abonos dispuestos ya en tierra, la planta come solo lo que requiere de un modo equilibrado.

Poco a poco y a medida que nos acercamos a la cosecha, las plantas ya no tienen unas necesidades de nutrientes tan elevadas. La creación de cogollos ha cesado o se ha reducido en gran medida y ahora tan solo falta que estos maduren y compacten. Para hacer que la planta acabe de madurar hay que facilitarles un ambiente de cultivo ideal para ésta última fase.

Reducir la humedad del cultivo así como el número de riegos hace que la planta retenga menos agua consiguiendo que sea menos propensa a contaminarse por hongos como la botrytis. Si se dispone de ventiladores con potenciómetro también se puede aumentar la potencia de la ventilación para que la humedad ambiental se mantenga a ralla y no afecte a los cogollos.

Al final del cultivo, cuando faltan cerca de 2 semanas de floración es muy factible ver carencias en las hojas. Estas carencias se aprecian en un inicio en las hojas inferiores, en la parte baja. A medida que se acerca el final de floración las plantas deben tener cuantas más hojas amarillas mejor, pues es sinónimo de que están limpias de nutrientes. En caso de tener una planta excesivamente verde hasta el final del cultivo, querrá decir que no se ha controlado bien su nutrición y contendrán un sabor con más interferencias que las que están más amarillas.

En muchas ocasiones el causante de que las flores no tengan buen sabor es el nitrógeno, también influyen otros pero el nitrógeno es el que más se nota, éste se acumula en forma de sales en las hojas y cogollos siendo muchas veces el motivo de que los canutos chispeen. así pues si una hierba chispea o rasca a la garganta, no es que sea potente, lo que ocurre es que tiene una gran cantidad de sales en sus flores.

La cosecha de la marihuana

Una vez llegada la cosecha y contrastada a partir de un microscopio o lupa de unos 50 a 100 aumentos para ver el estado de los tricomas, se cortan las plantas, se quitan todas las hojas y se ponen a secar. Para saber cuándo cortar las plantas de cannabis, podéis ver este post dónde se explica a la perfección.

Evolución de los tricomas hasta su cosecha

En ésta primera etapa de floración, 3ª semana, ya se pueden observar los tricomas en las hojas más cercanas a los cogollos, quedando llenas de resina. Al final de su floración se podrán usar para realizar una excelente extracción de hachís al agua tipo Ice-o-lator.

A medida que avanza el periodo de floración, semana a semana, las plantas van segregando más tricomas lo que hace que su olor aumente y tenga cada vez más presencia, por lo que se hace muy necesario usar filtros de carbón o productos como el neutralizer para no llamar la atención de vecinos y transeúntes.

En este momento del cultivo, a media floración, los tricomas tienen mucha más preséncia en las flores. Estos alargan sus tallos y las cabezas glandulares empiezan a llenarse poco a poco de todos los elementos psicactivos como el THC y de los no psicoactivos como el CBD, aunque este último siempre tiene más presencia al final del cultivo más que en un inicio. Cabe destacar que a día de hoy se pueden encontrar plantas de marihuana con altos valores en CBD con ratios de 1:1 para un uso medicinal, sin apenas THC o con niveles bastante reducidos.

Mirando los tricomas a los 46 días podemos ver como algunos de ellos ya se han puesto de color ámbar. Hay que ir con cuidado y mirar las glándulas de las flores y no de las hojas. Si miramos los tricomas de las hojas tendremos la impresión de que estos ya están listos, pero no ocurre lo mismo con los de los cogollos. El motivo principal es que al estar antes en la planta también son los primeros en madurar, también cabe destacar que éstos son más sensibles a las inclemencias del ambiente de cultivo como la humedad, luz , ventilación, frío, calor, etc que los tricomas que quedan en el interior del cogollos.

En esta ocasión, y con 55 días de floración, los tricomas están más que listos para su cosecha, el punto óptimo es ahora, algunos cultivadores prefieren cosechar las plantas de marihuana un poco antes para tener una mayor potencia psicodélica, pero en este caso se está buscando un cannabis que relaje a nivel muscular con un potente efecto psicodélico. Podemos pues pasar a cosechar las plantas.

Tras pasar unos 15 días, con las plantas previamente defoliadas, cortadas y colgadas cabeza abajo, cuando las ramas se rompan y crujan, es momento de guardarlas para empezar con el curado de los cogollos. Con el curado se consigue mejorar las cualidades organolépticas de los cogollos o lo que es lo mismo, ganar en olor y el sabor. En este post sobre cómo secar las plantas encontrareis toda la información de cómo proceder correctamente.

Así pues, recordad que hay 4 reglas básicas que hay que seguir para tener un cultivo sin percances. Sobre todo el control del ambiente de cultivo, el riego y la nutrición son elementos cruciales para triunfar en el cultivo del cannabis en interior.

Saludos!