La mosca blanca es otra de las plagas frecuentes en agricultura y jardinería. Con el calor y la humedad este insecto encuentra su medio perfecto para parasitar gran variedad de plantas. Si comienzas a ver manchas amarillas, deformaciones y melaza en las hojas, puede que sean ellas. Zarandea las ramas… es posible que unas mosquitas blancas alcen el vuelo.

Mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum)

Mosca blanca (Trialeurodes vaporariorum) por Gbohne (CC BY-SA 2.0)

Aunque no lo parezca, la conocida como mosca blanca no es en realidad una mosca sino una chinche (orden hemípteros), al igual que los pulgones. Otra curiosidad es la relativa a a su color: el cuerpo de este insecto es amarillo. Lo que le da el aspecto blanco es la cera protectora de sus alas.

Esta pequeña chinche de apenas 2mm se alimenta de savia: utiliza su aparato bucal picador y chupador para succionar los azúcares en las zonas más accesibles de la planta. Normalmente la encontrarás en el reverso de las hojas donde se siente más protegida y el tejido es fácil de perforar.

Una manera sencilla de comprobar su existencia es agitar las hojas; si hay mosca blanca enseguida verás volando a los insectos adultos.

La puesta de los huevos más todo el periodo larvario también se desarrollan en el reverso de las hojas. Cuatro estadios ninfales tiene su ciclo biológico antes de llegar al adulto: solo el primero es móvil, los otros tres carecen de patas y permanecen fijos alimentándose. Esto, junto a su escaso tamaño, hace que a menudo sean difíciles de percibir. En la foto de abajo podrás comprobar lo que te digo.

Hay muchas especies de mosca blanca, en su mayoría polífagas (con capacidad para alimentarse de más de una planta). Ahora te enumero las más habituales.

Especies más comunes
  • Aleyrodes proletella: mosquita blanca de la col (también se alimenta de otras especies).
  • Trialeurodes vaporariorum: mosca blanca del invernadero.
  • Aleurothirixus floccosus: mosca blanca de los cítricos.
  • Bemisia tabaci: con capacidad para parasitar a infinidad de huéspedes.
En climas cálidos y lugares protegidos la mosca blanca es posible durante todo el año

 

La mosca blanca es muy frecuente en los cultivos de invernadero donde las condiciones de temperatura y humedad son estables, pudiéndose dar durante todo el año. Por suerte la plaga es menos dañina en jardinería, concentrándose su periodo de actividad solo en la primavera y el verano (zona mediterránea).

En climas más cálidos (Canarias, Centroamérica…) la situación se puede prolongar nuevamente.

Síntomas y daños

Los síntomas del ataque de la mosca blanca son similares a los producidos por otras plagas como pulgones o cochinillas. La perforación de los tejidos provoca decoloraciones (puntos o manchas cloróticas por la perdida de clorofila) que posteriormente acaban con el secado y caída de las hojas. A menudo, además, da lugar a hojas retorcidas o deformadas, cubiertas por una melaza brillante y pegajosa (fruto de su alimentación).

Ninfas de mosca blanca

Ninfas de mosca blanca por Eran Finkle (CC BY 2.0)

Esta melaza azucarada también genera otros problemas indirectos. Las hormigas son atraídas irremediablemente por este dulce manjar; verás un ir y venir constante entorno a las plantas.

Para complicarlo aún más, solo es cuestión de días, la negrilla puede ser otra de las consecuencias de este residuo. Con las condiciones favorables de humedad, el hongo oportunista aprovechará la ocasión para medrar sobre las hojas pegajosas, agravando el delicado cuadro.

En el caso de plantas jóvenes, una fuerte afectación puede conllevar incluso la muerte del espécimen. Aunque, por lo general, los daños serán limitados: perdida de valor estético en las ornamentales y merma productiva en la agricultura.

La mosca blanca al perforar diferentes plantas con su aparato bucal es una potencial transmisora de virus entre unas y otras. Hay que recordar que no se conoce cura para los virus en las plantas por lo que la única defensa es la prevención.

Mejor prevenir

Como siempre, ante esta plaga como con otras, la prevención pasa por un correcto mantenimiento. Las plantas débiles son más susceptibles a las plagas y a las enfermedades.

El primer paso para tener unas plantas saludables es el conocimiento de sus necesidades. Ya sabemos que no todas las especies requieren las mismas condiciones de sustratoluztemperaturaagua o nutrientes. Es por eso que espero tengas a este blog como uno de tus aliados.

La mosca blanca puede ser un vector para la trasmisión de virus en las plantas

También se ha comentado antes que los lugares cerrados y con condiciones sostenidas de temperatura y humedad favorecen la aparición y dificultan su eliminación. Otros factores determinantes son:

Condiciones de riesgo
  • Como siempre, el exceso de nitrógeno es un clásico. Los abonos mal equilibrados o con altas concentraciones de este elemento facilitan la aparición de plagas y enfermedades: la planta crece en exceso pero con unos tejidos demasiado tiernos y asequibles a los parásitos.
  • La presencia de malas hierbas es otro factor recurrente en la trasmisión de plagas y enfermedades. Si quieres saber cómo eliminarlas de tu huerto o jardín no te saltes este enlace.
  • Las plantas demasiado juntas o la ausencia de poda en los cítricos también beneficia a esta plaga. Mejora la circulación de aire y la entrada de luz en las copas.

Eliminar la mosca blanca

Lo has hecho todo bien pero a pesar de todo la plaga ha vuelto a aparecer… ¿qué puedes hacer? Hay varias formas de enfrentarse a la mosca blanca: todas las que a continuación te comento son complementarias. ¡Vamos allá!

Lo primero que puedes hacer es colocar trampas cromáticas. Las puedes comprar o hacerlas tu mismo, el principio es sencillo, no son más que cartulinas amarillas con material adhesivo. Las cuelgas cerca de las plantas afectadas y ya está: los adultos serán atraídos por el color llamativo del cartón y quedarán atrapados por el pegamento.

Esto servirá al comienzo… para detectar la plaga y comprobar su magnitud pero unicamente con este sistema no conseguirás su control. Los tratamientos con jabón potásico o aceite de Neem son la solución, te ayudarán a eliminar las larvas existentes. Efectúa al menos tres tratamientos, cuidándote de llegar hasta el último rincón de las plantas (insiste especialmente en el reverso de las hojas), y deja una semana de descanso entre cada aplicación.

Tanto el jabón potásico como el aceite de Neem son productos ecológicos que no dañan el medio ambiente ni son tóxicos para el ser humano. Si fuera necesario, los puedes utilizar incluso conjuntamente ante plagas persistentes; así acentuarás el efecto biocida. Son fáciles de encontrar, incluso en Amazon a través de los enlaces anteriores.

El aceite de Neem además tiene cierto efecto de permanencia: añadiéndolo al agua de riego, cada cierto tiempo, ayudarás a prevenir la plaga.

No te pierdas este interesante vídeo de viveros Mogan. Te lo explican todo sobre la mosca blanca y de forma muy clara.